La Mexican Sativa Feminizada ofrece un efecto rápido y duradero, siendo única al ser cultivada en exteriores en climas fríos. Su robustez y discreto aroma se deben a su origen genético en el sur de México, con una mezcla de genes de Sudáfrica y Pakistán para mejorar la resistencia al frío y reducir el periodo de floración.
Con un 70% de genes sativa, crece bien tanto en interiores como en exteriores, alcanzando fácilmente dos metros en climas mediterráneos o fríos. Durante la floración de 50 a 70 días, crece vigorosamente, y se pueden controlar la altura y aumentar el rendimiento con técnicas como el Mar de Verde, Pantalla de Verde, Lollipopping y Supercropping.
El efecto de la Mexican Sativa es eufórico, a menudo acompañado de risas, sin causar fatiga, lo que la hace ideal para el día y actividades físicas. Durante el crecimiento, emite un sutil aroma poco perceptible, pero tras la cosecha y secado, desarrolla un bouquet de sándalo, flores y un trasfondo terroso a pino, con posibles notas cítricas y a licor dependiendo del fenotipo. Tanto en la mente como en el paladar, la Mexican Sativa promete una experiencia vibrante.
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